Tu mano, la mía, danzando llamas entre el hielo, tu espalda, mi brazo, solo transmitiendo...

Son miradas, son deseos, son simplemente sentimientos, te vuelves hacia mi, puedes observar, transmitir con angustia, lo que algún día se ira.

Te vuelves porfiado, tal vez astuto ante esto, no sabes que decir, ni como actuar, el instinto es tu mejor aliado.

El impulso que nos acompaña se transforma agresivo en sus matices, combina nuestras inquietudes con nuestros deseos, para dejarnos ahí, solo danzando..

Tu boca perdida en el valle desierto, piérdete, encuentrate, mimetizate, no te vallas... ¡sigue sigue! no pares, con mas fuerza, con mas furia

, ¿lo sientes?.