Bienvenida

Ella sentía su cuerpo nuevamente rosando su piel, lo delicado se había ido, dando bienvenida a lo brutal desconocido. Asombrada por nuevas emociones, su palpitación a mil por hora, las gotas de sudor opacaban el calor desprendido de sus cuerpos. Sus gemidos daban una armoniosa composición junto a sus cuerpos chocando nuevamente. Su boca paro junto a su oreja, que dulce sensación, que amargo placer provocaba esto en ella, el erotismo se volvió placentero, era casi adictivo sentir su respiración ahí.... Tan agitada.Sus cuerpos, ni uno perfecto, era una obra perfecta, una pintura sin pintor definido, ¡Como llegar a saber el autor de tan bello arte!. Eran esos detalles que lo hacían único, sus manos entrelazadas recorrían cada rincón posible... Sus tiernos pechos rozaban una y otra vez sus hombros... lo brutal se había ido, para simplemente darle bienvenida a lo conocido.